Jacinda Ardern, primera
ministra de Nueva Zelanda, declaró a su país libre de COVID-19, ya que no se
registraron casos activos durante poco más de dos semanas.
El Ministerio de Salud
de Nueva Zelanda aseguró que la transmisión del virus ha llegado a su fin, pero
que será difícil mantener ese ritmo.
Este lunes, todas las
medidas que restringían a los ciudadanos con respecto a la distancia social,
han desaparecido. Las empresas podrán regresar a la normalidad, al igual que
los eventos públicos y privados.
Muchas de las medidas se concentrarán en
este país, ya que las fronteras seguirán cerradas y los viajeros que lleguen
serán puestos en cuarentena. Estas medidas se mantendrán para evitar los
contagios importados.
En total, mil 154 casos y 22 muertes
fueron registradas en Nueva Zelanda a lo largo del periodo de emergencia
sanitaria.
En mayo, la primera ministra anunció que
en conjunto con la sociedad se estaba diseñando un plan de regreso progresivo a
la normalidad, después de que el país se viera libre de COVID-19.
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